En El Salvador, un país de seis millones y medio de habitantes, en 2018, 246.000 personas se vieron obligadas a desplazarse internamente por la violencia. Son casi tantas como en Yemen, un país en guerra. Las mochilas de estas personas llevan muchos Km. recorridos, dentro y fuera de su país.
Incitación al odio
El fundamentalismo religioso de las iglesias evangélicas y católica y los medios de comunicación alimentan el odio hacia el colectivo LGTBIQ+ y las mujeres en Honduras y El Salvador.